Las rutinas, nuestras aliadas.
La crianza de los polluelos es un viaje maravilloso, pero también un desafío. Una de las herramientas más poderosas a disposición de los adultos es la implementación de hábitos en la vida cotidiana de los niños y niñas. ¿Por qué son tan importantes las rutinas? En este artículo, exploraremos su magia y cómo pueden influir positivamente en el desarrollo de nuestros pequeños.
¿Por qué son necesarias las rutinas?
Desde el momento en que nacen, los niños están inmersos en un mundo nuevo y en constante cambio. Para ellos, todo es novedoso y emocionante, pero también puede resultar abrumador. Aquí es donde las rutinas entran en juego como una brújula que guía su día a día. Establecer rutinas proporciona a los niños un sentido de seguridad y previsibilidad en un mundo que a menudo parece caótico.
Además de brindar estabilidad emocional, las rutinas son herramientas poderosas para enseñar habilidades de autorregulación, responsabilidad y autodisciplina. Estas habilidades son fundamentales para el crecimiento y el desarrollo saludable de los niños.
¿Cuáles son las actividades diarias y rutinas claves de un niño?
Cuando se trata de establecer rutinas en el hogar, es importante recordar que estas pueden variar según las necesidades de cada familia, la edad y las características específicas de cada niño. Sin embargo, existen algunas rutinas clave que benefician a la mayoría de los niños, independientemente de su edad.
Las rutinas más habituales y más sencillas de mantener son las de las acciones diarias, como ejemplo os acercamos las siguientes:
- Buenos días: engloba las tareas que de manera general hacemos por la mañana al despertarnos como asearse, vestirse, desayunar o coger las cosas para el cole.
- Que aproveche: todo lo relacionado a la preparación de la mesa, recoger y llevar a lavar la loza, lavarse las manos antes y después, lavarse los dientes…
- Buenas noches: todo lo relativo a irnos a dormir, puede ser el baño, la cena, momento de relax charlando o leyendo y las buenas noches para dormir.
- A jugar: momentos de ocio, juego libre y exploración que incluyen la recogida posterior del espacio, o la organización de espacios o momentos específicos para hacer actividades más especiales de creatividad (arcilla, acuarelas, temperas…) o de lectura para fomentar tiempos reservados para ese tipo de actividad.
¿Cómo usar cuadros de rutinas?
Las rutinas pueden facilitar mucho nuestro día a día y mejorar el bienestar tanto de los polluelos cómo de la familia en general. Pero como no todo es sencillo en la aventura de criar, queremos acercaros algunos tips para implementar y mantener las rutinas a través de la disciplina positiva.
- Perseverancia es la clave del éxito: Establecer horarios y rutinas incluye respetar los horarios, por lo menos durante un periodo de tiempo en el que establecemos esa rutina. Además, la consistencia les dará seguridad.
- Participamos todos: Que los polluelos tengan un papel activo en la planificación de las rutinas, siempre atendiendo a sus posibilidades. Esto les da una sensación de control y responsabilidad.
- Crear paneles visuales o tablas de rutinas: a partir de los dos años puedes iniciar a crear paneles de rutinas para que ellos puedan anticipar lo que va a suceder, de este modo trabajan las autoinstrucciones y fomentaremos su autonomía. Con las imágenes o pictogramas comprenderán mejor las rutinas.
- Flexibilidad es la base de todo: no nos gustan los blancos y negros y en las rutinas los grises suelen ser de lo mas habitual. Aunque al inicio de implementar una rutina es necesario ser perseverante con ella a medida que está adquirida, debemos ser flexibles con ella cuando lo que sucede en la vida nos hace reorganizarnos. Aquí es posible que se desregulen un poco, deberemos acompañarlos y explicarles porqué hoy lo tenemos que hacer diferente.
- Acompaña sus logros con alegría: felicita y refuerza positivamente sus logros y pasos en su autonomía.
- Rutinas Divertidas: Haz que las rutinas sean divertidas incorporando juegos o canciones. Por ejemplo, puedes hacer del lavado de manos un juego de burbujas.
- Empatía y Paciencia: Comprende que, en ocasiones, los niños pueden resistirse a las rutinas. Escucha sus preocupaciones y muestra empatía, pero mantén la consistencia. Esta es la hoja de ruta en la crianza.
- Adapta las rutinas a la edad: A medida que crece, ajusta las rutinas para que sean apropiadas para su edad y nivel de desarrollo.
- Establece metas pequeñas: Si tiene dificultades con una rutina en particular, divide la tarea en pasos más pequeños y alcanzables.
- Comunicación constante: Saber qué sienten es muy importante. Pregunta cómo se siente acerca de las rutinas y si hay algún proceso que revisar para que sea más sencillo o agradable..
CON CARIÑO
Recuerda que, aunque las rutinas proporcionan estructura, también es importante mantener un equilibrio. La flexibilidad y la empatía son fundamentales para garantizar que las rutinas sean positivas y no se conviertan en fuentes de estrés. El objetivo es que las rutinas enriquezcan la vida de tu hijo, fomentando su desarrollo y bienestar.